Clases online vs. clases presenciales

 

Las clases de lenguas extranjeras online se están volviendo cada vez más comunes en estos tiempos. Son muchos los profesores y alumnos que se vuelcan hacia esta opción cuando se dan cuenta de su practicidad y eficacia. A pesar de este auge, también, existen sectores que aún miran a esta nueva modalidad con cierta desconfianza y recelo. Muchos reconocen que parte de ese sentimiento tiene que ver con su propia ignorancia acerca de cómo funciona Skype, si el método es efectivo o no, etc. Intentaré explicar de una manera breve y sucinta las diferencias entre las dos modalidades y las ventajas y desventajas que podrían llegar a resultar de las mismas.

Para empezar, la principal diferencia entre las clases virtuales y las presenciales es la proximidad física del alumno-profesor y del alumno con el resto de la clase (en el caso de que la clase fuese grupal). Esto implica que ciertas actividades o juegos que requieran que el alumno manipule elementos físicos, como tarjetas, fotocopias, pelotas, etc. no pueden realizarse.

Otra diferencia entre las dos modalidades es la conexión, como ya todos saben, se hace a través de internet, utilizando un programa llamado Skype. La conexión a internet, a veces, nos juega una mala pasada y, al cortarse la conexión, también se corta nuestra conversación. Es por eso que es necesario asegurarse una buena conexión antes de comenzar con un curso online.

También, las correcciones que realiza el profesor ya no son más hechas con bolígrafo sino que emplea herramientas informáticas. El alumno le envía el archivo en formato Word y el profesor le hace las correcciones pertinentes y vuelve a enviárselo al alumno. Lo mismo sucede con los exámenes, que los alumnos hacen por su cuenta (controlando el tiempo) y, luego, lo envían por correo o por el mismo chat de Skype al profesor.

Por otro lado, lo que permanece igual y sin alteraciones es el contacto visual y auditivo entre profesor-alumno, la posibilidad de trabajar con el mismo material, que el profesor puede enviar al alumno antes de la clase por correo (recomiendo que, además, adjunte un esquema o plan de la clase para mayor organización). Tampoco varía el hecho de que alumno y profesor se puedan comunicar tanto por vía oral como por vía escrita. Las anotaciones de la clase, que en una clase presencial se hacen en la pizarra o en un papel, se pueden realizar en el mismo chat de Skype, como mensaje instantáneo o, sino, también, utilizando una pizarra online.

En resumen, las diferencias entre la modalidad presencial y la virtual no son pocas pero tampoco suponen demasiadas limitaciones a la enseñanza-aprendizaje de una lengua. Se deben tomar las precauciones debidas, como, por ejemplo, contar con herramientas informáticas que nos faciliten la dinámica de una clase, tener un programa del curso y un plan de cada clase, que se puede compartir con el alumno, y una excelente conexión a internet que nos evite problemas en la comunicación.

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