Por qué es útil practicar Mindfulness en época de crisis

mindfulness

 

 

Que estamos en una gran crisis debido al brote mundial del Coronavirus es conocido por todos/as. Con el paso de los días, algunas personas se sentirán cómodas con la rutina establecida y acostumbradas al cambio; muchas otras, sin embargo, encontrarán muy difícil sobrellevar este gran cambio en sus vidas y, es probable que, se sientan tristes,  desbordadas y desorientadas.

Una de las claves que, sin duda, puede ayudarnos a vivir esta época de la mejor manera posible es emplear técnicas de Mindfulness (o Atención Plena) en nuestro día a día. El Mindfulness hace referencia a nuestra capacidad para traer la atención al momento presente de manera voluntaria y continuada. Se ha hecho mundialmente conocido en occidente a través de Dr. Jon Kabat- Zinn, quien creó el MBSR (Mindfulness- Based Stress Reduction), un conjunto de técnicas y ejercicios que ayudan a reducir el nivel de estrés. Muchas y variadas son las investigaciones que se han llevado a cabo en este campo, a nivel internacional, y se ha podido comprobar que la utilización del Mindfulness es efectiva en personas con diversos trastornos, enfermedades y dolencias como, por ejemplo, trastornos alimentarios, pacientes con ansiedad y depresión, TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), fibromialgia, psoriasis, asma, diabetes, etc. Asimismo, su aplicación se ha extendido a otros ámbitos, como el de la educación, donde se ha comprobado que su empleo mejora la capacidad de aprendizaje de los estudiantes y su nivel de bienestar.

Entonces, ¿por qué Mindfulness puede resultar de utilidad en una crisis? Debido a que nos ayuda a conectar con nosotros mismos y con el momento presente y, cuando nos anclamos en el presente y nos permitimos ser, la mente se calma. Como consecuencia, nos relajamos, podemos distanciarnos de nuestros pensamientos y ser capaces de autorregular nuestras emociones. Al fin y al cabo, no somos lo que pensamos, nuestro ser real es mucho más que nuestros pensamientos y emociones. En el momento que aprendemos a desidentificamos de ellos, ganamos libertad para gestionar lo que nos pasa.

Cuando comenzamos a ser conscientes de los miles de pensamientos que cruzan nuestra mente a cada minuto, nos damos cuenta que la mayoría pertenecen al pasado o al futuro. Es muy común que algo que acaba de suceder o que sucedió hace tiempo vuelva a nuestra mente causando enfado, resentimiento, preocupación, nervios o ansiedad. Como también lo es que un hecho del futuro venga a asediarnos, provocando miedo o ansiedad. Nos cuesta soltar, liberarnos de pensamientos y emociones que ya no nos sirven. Nuestra mente es, básicamente, una mente rumiante que tiene la costumbre de volver una y otra vez a lo mismo.

En nuestro día a día, nos hemos acostumbrado a vivir en piloto automático, sin consciencia sobre lo que hacemos, robotizados. Ser mindful o consciente implica salirse de ese papel y vivir cada momento como un momento único e irrepetible, prestándole toda la atención y respeto que se merece. Nos permite vivir en plenitud y saborear con gratitud cada experiencia que la vida tiene para ofrecernos. Regalarnos el presente cada día nos hace sentirnos realmente vivos y convertirnos en directores/oras de nuestra película, en vez de, simplemente, dedicarnos a reaccionar a lo que nos pasa.

Como dijo el poeta Walt Whitman: “La felicidad no está en otro lugar, sino en este lugar, no en otra hora, sino en esta hora”. Y es así.

 

Leave a Comment